M'ho ha dit un ocellet Garnacha

M'ho ha dit un ocellet es un vino tinto de Garnacha elaborado en Mas d'en Perí.

NOTA DE CATA
Color cereza con vivaces tonos violáceos de una pruna negra muy brillante. Lágrimas chorreando lentamente por la copa en moverlo. En nariz, fruta roja, frutas de bosque y especialmente mora madura. En boca una sedosidad extrema. Encontramos a la corpulenta garnacha pero unida a una recta cariñena. Unión entre un punto goloso que se alarga haciendo pareja perfecta de jugadores.

VINIFICACIÓN Y CRIANZA
Vinificación de la dos variedades por separado, pisando la uva con los pies como se hacia antiguamente en el Priorat. Maceración muy curta de toda la uva entera y una prensada suave. El vino envejece durante 6 meses en inox y después se embotella.

MAS D'EN PERÍ
Finca situada al norte de Porrera, camino de riu arriba. Cuenta con 16ha repartidas entre viña y bosque. De viña hay 2,5ha de cariñena y 1,5ha de garnacha por excelencia del Priorat. El resto es bosque, excepto 3ha que estan preparadas para plantas nuevas ilusiones. La parte más baja de la finca se encuentra a unos 320km y la parte más alta a unos 800km con desniveles que superan el 30%. La llicorella es el tipo de suelo que más abunda, pero también hay zonas argilosas y una zona muy especial con conglomerados. La vinya esta plantada desde hace más de 15 años en terrazas de dos fileras que siguen las curvas sinuosas del paisaje del Priorat formando un anfiteatro.

M'HO HA DIT UN OCELLET
"El Priorat es tan pequeño..."
La noche antes cuesta dormirse, repaso mentalmente: las tijeras estan afiladas y grasientas desde hace días, los cubos estan a punto, el almuerzo en la cesta, la uva esta madur... y así una y otra vez hasta que Morfeo se apiada. Al amanecer vamos hacía el camino del Mas hacía la viña, la fresca de la madrugada, la rosada, las olores de la flor de la gavarrera, el jazmín salvaje, de la camabruna, del hinojo secandose... y de la uva madura. El silencio se rompe por los clics de las tijeras y por los pájaros más madrugadores. El sol a poco a poco se va levantando por detrás de la viña, nos anuncia que será un día largo, el arenque con uva, y el porrón de vino nos haran coger fuerzas para seguir. La licorella se va calentando a medida que va avanzando la mañana. Entre las cepas, las risas de alegría de la vendimia dominan el valle, es tiempo de recoger los frutos. Las mejillas rojas del sol, los cabellos despeinados y los dedos enganchados de la dulzor de la uva pero el día no se acaba, es en el bodega donde habitan las béstias de Pandora. Desde dentro de la tina espero que vaya cayendo la uva para pisarla como se hacía antiguamente en la comarca, exprimir el zumo del trabajo de todo el año y convertirlo en un bueno vino. Al atardecer de camino para casa, el cansancio invade el cuerpo pero una sonrisa se dibuja en mis labios y la alegría invade el ánima, hace fresca, casi frío y se siente como el viente acaricia las hojas para hacerlas caer. El otoño nos anuncia que el verano nos dejará el recuerdo de las primeras cerezas maduras que te dejan la lengua violeta y que las fresas pequeñas son las más dulces, nos anuncia también que el invierno ya viene. Se acerca el tiempo de hacer casa y calor con la gente más cercana y compartir una copa de vino.
"...que desde mi viña, veo la viña del vecino..."